Chicos malos
23 julio, 2010 por mycoach
Las novelas baratas nos muestran héroes despiadados o villanos que cambian su manera de ser tan sólo por amor a la heroína. Esta forma de ver las relaciones de pareja es bastante popular en los relatos de ficción, haciendo en algunos casos que las ventas de ejemplares se disparen, pero al poner los pies sobre la tierra vemos que este tipo de relaciones no funcionan porque ¡el chico nunca cambia!.
Los hombres buenos, es decir, considerados, educados, abiertos, vulnerables, generosos, atentos, apreciativos, cálidos, dulces, y expresivos con sus afectos, que no han podido mantener una relación con la mujer que deseaban porque ésta se ha ido con el «chico malo» suelen afirmar que «las mujeres no quieren un hombre bueno, sino uno que las trate mal«. Sin embargo, las mujeres, al igual que la mayoría de las personas, quieren estar con una persona buena, que las respete y las trate bien. Entonces ¿cómo es posible que no estén con los chicos buenos?
Está claro que las mujeres quieren que se las trate bien, pero al mismo tiempo y casi con más fuerza quieren sentirse especiales. Así, cuando un hombre es bueno con ellas, están contentas y agradecidas, pero cuando el hombre es amable y bondadoso con el resto de la gente, ellas comienzan a preguntarse «¿cómo podré saber si realmente me ama a mi?«. Es entonces cuando comienzan a buscar pruebas de ese amor verdadero ¿y qué más sencillo que encontrar a un hombre malo que cambie por amor?
De esta forma algunas mujeres quieren ser tratadas bien por hombres que no son buenos, hombres cuya única razón para ser buenos sería el estar obligados a cambiar por amor hacia esa mujer especial. Esto garantiza a la mujer que ellos han cambiado por amor y que las quieren sólo a ellas, sin embargo, con el tiempo, ella volverá a preguntarse ¿dónde me equivoqué?
Para evitar este tipo de situaciones podemos utilizar un coach, quien nos ayudará a identificar la pareja que buscamos, al hombre que nos haga vibrar o a esa mujer que nos llene y que nos permita volver a enamorarnos.