¿Qué busco ahora?
29 diciembre, 2009 por mycoach
Una vez más se aproxima el fin de año y algunas personas no tendrán una pareja a quien abrazar o a quien besar cuando las campanadas anuncien el término de 2009. El hecho de sentirnos solos en estas fechas tan entrañables hace que volvamos a incluir en nuestra lista de propósitos de año nuevo el encontrar pareja como objetivo prioritario para este nuevo año que en breve comenzará.
Es posible que algunas de esas personas solitarias decidan no incluir en su lista de propósitos este objetivo para el nuevo año. Esto puede ser debido a que no buscan nada porque todavía no están disponibles para comenzar una relación, aunque ellos no sean conscientes de ello. Sin embargo, las personas que quieran volver a enamorarse pondrán este objetivo en su lista.
Ahora bien ¿qué es lo que busco ahora? En principio busco pareja, sin más. Pero ¿qué tipo de pareja en concreto? Un pequeño estudio sin valor científico que realicé hace algún tiempo con una muestra de amigos de diferentes edades confirmaba algo que casi todos pensamos y que indico a continuación.
Los adolescentes entre 15 y 25 años buscan una persona que destaque en algo, siendo lo más común su atractivo físico y su popularidad. Los valores no tienen demasiada importancia, ya que a esas edades la persona está formando su personalidad. En el rango comprendido entre los 25 y los 35 años, los encuestados buscaban una persona con un cierto atractivo, pero que tuviera un poco de cabeza y sentido común, es decir, los valores personales comienzan a tener su peso a la hora de entablar una relación. A partir de los 35 años el físico pasaba a un segundo plano, siendo los valores de la persona y sus habilidades interpersonales lo que tenía más importancia y lo que realmente atraía al sexo contrarío.
A la hora de buscar esa imperfección perfecta, y por mucho que nos pueda gustar esa persona que apenas nos hace caso, que nos ignora continuamente o incluso nos puede hacer algún desprecio en público, es importante tener en cuenta cuáles son nuestros valores personales. Esto nos ayudará a saber qué podemos ofrecer a la otra persona y qué queremos recibir de ella.