Artículos etiquetados ‘buscar felicidad’
¿Te gusto?
martes, 15 febrero, 2011
Cuando somos adolescentes y encontramos el amor por primera vez comenzamos a sentir una serie de sensaciones hasta el momento desconocidas. Algunas personas las describen como tener “mariposas en el estómago”, otras como “flotar en una nube”, pero en cualquier caso todos coinciden en que rebosan energía, energía que les permite hacer más cosas de las habituales, y que en muchas ocasiones utilizan para cuidarse y sacar a relucir todas las cualidades escondidas hasta ese momento.
El paso de los años no hace que nos olvidemos de esa magnífica sensación de bienestar, y la seguimos buscando en todas y cada una de las relaciones que iniciamos, si bien nuestras canas, ojeras o carnes menos tersas y turgentes hacen que nos preguntemos si realmente gustaremos a nuestra futura pareja, en especial si esta es algo más joven que nosotros.
El miedo a perder la belleza es un hecho, al igual que lo es el paso de los años, y aunque el tiempo no perdona a nadie, es cierto que se puede portar mejor con unos que con otros. Así nos podemos encontrar con personas que podían ser auténticos adefesios de jóvenes pero que con el paso de los años se han convertido en verdaderos galanes, y viceversa.
Pero hoy en día no importa demasiado si se fue un galán o un adefesio en un tiempo pasado, ya que las clínicas de cirugía estética están aquí para ayudar a las personas más preocupadas con su imagen a recuperar su belleza o, por lo menos, a quitar alguna que otra arruga. Eso sí, hay que disponer de una buena cartera para la intervención, aunque hasta para esto dan facilidades hoy en día.
Así nos encontramos con casos como el de la actriz americana Demi Moore con el también actor Ashton Kutcher que desmienten que una mujer entrada en los cuarenta no pueda mantener una relación con un hombre mucho más joven que ella.
Sin embargo el dinero y las cirugías no quitan para que estas personas puedan mantener ciertas inseguridades que hacen que se pregunten: “¿Cuándo encontrará a una chica más guapa y joven que yo?”, “¿Cómo le puedo gustar yo a esta chica tan joven?” o “¿Le resultaré atractivo a esta persona?”.
Para evitar esto algunas mujeres utilizan ciertas artimañas para llamar la atención del galán que se acerca, para lo cual se pueden vestir con camisas de gasa que permite vislumbrar sus curvas, con minifaldas que muestran sus bellas y largas piernas o directamente se olvidan de abrochar “ese” botón que permite mostrar sutilmente la voluptuosidad de sus senos.
El hombre también puede acudir a un centro de dermoestética, pero no suele ser lo habitual. Por su parte el varón quema en el gimnasio la grasa con el único fin de ganar algo de musculatura. Aunque también es cierto que un buen coche aparcado en la puerta del restaurante o del propio gimnasio ayuda bastante en alguna que otra ocasión.
Pero si bien es cierto que las personas que no superan los veinticinco años de edad pueden ser deslumbradas por el atractivo de una persona o el coche que conduzca, no es menos cierto que cuando tienen diez años más ya no buscan esa persona bella, sino una que les de seguridad, las respete y con la que puedan tener un futuro en común.
La pérdida de la belleza deja paso a una serie de valores, experiencias y sentimientos que pueden ser compartidos con la otra persona. La frase “la belleza está en el interior” es del todo acertada en esta ocasión, ya que es lo que llevamos dentro de nosotros lo que hará que la otra persona termine por enamorarse de uno, independientemente de los años que tengamos, de lo guapos que seamos y del dinero que tengamos en la cuenta corriente. Esto no quita para que haya personas que a cualquier edad buscan eso en su pareja, que sea guapa, que tenga un buen coche y que tenga suficiente dinero para vivir en un buen piso y hacer viajes transoceánicos como mínimo un par de veces al año. Y tú ¿de qué tipo de persona eres? ¿Te preocupa más tu belleza interior o la exterior?
Busco tu felicidad
jueves, 11 noviembre, 2010
Hace unos días María Teresa Fernández de la Vega tomaba posesión de su cargo como miembro del Consejo del Estado y recalcaba que «el primer objetivo de un gobernante es buscar la felicidad de sus ciudadanos«. Estas palabras, posiblemente acertadas a nivel político, muestran en cierta medida el talante que las clases dominantes tienen en nuestro país para con sus subordinados: «haz esto, porque yo sé lo que es bueno para ti«.
Cuando todavía somos unos tiernos infantes nuestros padres nos dicen lo que tenemos que hacer porque, desde su punto de vista, buscan lo mejor para nosotros: «cómete las espinacas para ponerte como tu papá«, «tómate el zumo para ser tan alto como tu hermano mayor«. De hecho no es raro encontrar en los medios de comunicación empresas que utilizan este tipo de comportamientos para vender sus productos.
Según nuestros vástagos van creciendo y tomando consciencia de su identidad, las regañinas comienzan a ser más frecuentes e intensas, hasta llegar a su apogeo durante la adolescencia. Este es el momento donde se escuchan las famosas frases: «está en la edad del pavo» o, «está en la edad del armario» o, «está en la edad de mandarlos a tomar vientos«. Y puede que también sea durante esta etapa de nuestra vida, mientras desarrollamos nuestra identidad, que comencemos a buscar la felicidad, aunque no sepamos muy bien por dónde empezar o lo que realmente es ser feliz.
La responsabilidad de nuestros padres no es la de buscar nuestra felicidad, sino la de ayudarnos a encontrarla a través de la educación que nos ofrecen, los valores personales que nos muestran día a día, el manejo de herramientas que nos permitan ser independientes y el descubrimiento de aquellas pequeñas cosas con las que ser felices.
De igual manera, el objetivo de nuestros gobernantes no es el de buscar nuestra felicidad, a menos que con ello lo único que busquen sea manipularnos emocionalmente para que hagamos lo que ellos quieren. Este miedo a ser más infelices de lo que somos actualmente nos hace realizar aquellas tareas que nos indican aunque no nos agraden. Este comportamiento sólo demuestra una falta de empowerment que hace que sea más sencillo para ellos mandar que liderar.
De todo esto se puede aprender que cada persona debe buscar su propia felicidad, ya que sólo nosotros sabemos qué es lo que nos hace felices en cada momento, aunque no tengamos muy claro cómo llegar allí. El hecho de no saber cómo obtener la felicidad no quita para que no sepamos lo que nos hace felices. Los padres y gobernantes pueden aprender a utilizar las técnicas que utiliza un coach para motivar a sus clientes y así ayudar a sus subordinados a definir sus objetivos y ser felices.
Solteros de plata
viernes, 25 diciembre, 2009
Como cada año por estas fechas hace unos días escribiste una carta a Santa Claus en la cual listabas todo aquello que querías recibir el día de Navidad. Entre todas las cosas de tu lista es posible que incluyeras una persona con quien compartir tu vida. Es más, si eres del tipo de persona que le gusta ir al detalle, es posible que añadieras algunos nombres a tu lista, como: Russell Crowe, Petrina Khashoggi, George Clooney, Ashley Olsen, Javier Bardem o Penélope Cruz. Si has sido una persona realmente buena durante todo el año, es posible que esta mañana, al levantarte y bajar corriendo las escaleras, te hayas encontrado junto al árbol un enorme paquete donde se escondía ese soltero de oro que habías solicitado. Aunque lo más probable es que antes de abrir el regalo te hayas despertado de tu sueño sin poder descubrir quién era la persona famosa, atractiva, con dinero y con una edad entre los 23 y los 63 años que se encontraba envuelta en ese maravilloso paquete con un enorme lazo.
Si lo que buscas en tu pareja es que te de fama, pasión y dinero, y esa persona no estaba en ninguno de los paquetes que has desenvuelto a primera hora de la mañana, entonces tienes que ponerte manos a la obra para conocer a uno ¡y no es tarea imposible! De hecho así lo demuestra la relación que tuvo Penélope Cruz con Tom Cruise hace unos años, o más recientemente el enlace entre Letizia Ortíz y el Príncipe Felipe. ¿Quién te iba a decir que una actriz española podría salir con un famoso actor americano? ¿O que una periodista pudiera casarse con un príncipe? Nada es imposible, tan sólo hay que entrar en su círculo, para lo que es importante tener amigos en común, haber estudiado en los mismos colegios, frecuentar los mismos sitios, o tener gustos y ambiciones similares.
Si por algún motivo no tienes acceso a esos círculos, una alternativa nada desdeñable son los solteros de plata, personas que, sin ser millonarias, ni famosas, ni ser descendientes de alguna gran fortuna, están solteras, tienen su trabajo bien remunerado y también pueden hacerte feliz. Seguro que si abres tu libreta de direcciones tienes apuntado el nombre de alguno de estos solteros: Juan, María, Francisco, Isabel o Antonio.
Hay que tener en cuenta que, aunque nada es imposible, la realidad que te rodea puede hacer que la consecución de tu objetivo sea algo más complicada. También es importante tener en cuenta que, a veces, la fantasía puede impedir que veas tu realidad más cercana, y que ese hombre o mujer imperfecta esté justo a tu lado.
Recuerda que el futuro se lo marca uno mismo y está en tus manos el que el mañana sea de una forma u otra. Tú eliges. ¡Feliz navidad!
Quiero ser feliz
martes, 16 septiembre, 2008
No es la primera vez que cuando le pregunto a alguien «¿Qué quieres?«, me responde «¡Ser feliz!«. Y no es raro oír esta respuesta, porque la felicidad nos engancha como si de una droga se tratara, haciendo que queramos ser felices durante más tiempo, en más lugares y con más gente. Incluso se la deseamos a nuestros seres más queridos para que ellos también puedan disfrutar del placer de ser felices.
Pero ¿dónde está la felicidad? Cuenta la leyenda que en el principio de los tiempos se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: «Debemos quitarles algo a los humanos, pero ¿qué les quitamos?«. Después de mucho pensar uno dijo: «¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar…
¿Y dónde la escondieron? Los que hayan respondido que la felicidad está fuera de uno mismo… ¡buena suerte! Los traviesos demonios escondieron la felicidad dentro de nosotros. Si realmente queremos ser felices tendremos que buscar la felicidad dentro de nosotros. Y aunque la felicidad no tiene por qué ser la misma para todas las personas, sí depende de las condiciones internas de cada uno.
Y ¿cómo encuentro la felicidad dentro de mi? Hay un medio seguro. Consiste en controlar nuestros pensamientos. Shakespeare dijo «Nada es bueno o malo, sino que el pensamiento es lo que hace que las cosas sean buenas o malas.«
No es lo que tenemos o lo que somos o dónde estamos lo que nos hace felices o desgraciados, sino lo que pensamos acerca de todo ello. Dos personas pueden trabajar en el mismo cliente, realizando las mismas tareas y ganando lo mismo a fin de mes, pero una es feliz y la otra no. ¿Qué es lo que cambia? Su actitud mental.
¿Y cuán feliz puedo ser? Abraham Lincoln lo señaló una vez con las siguientes palabras: «casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo«.