Artículos etiquetados ‘cenicienta’
La mujer imperfecta
jueves, 17 diciembre, 2009
Algunos de los cuentos que nos contaban en nuestra infancia representaban a la mujer como a una persona simpática, cálida, dulce, con dotes para el canto y el baile, con la casa siempre impoluta y con una imagen radiante a cualquier hora del día. Se podría decir que una mujer perfecta en muchos sentidos. Sin embargo ¿cómo afectan estos mitos de infancia a la mujer moderna?
Asumamos que existe la mujer perfecta, al igual que puede existir el hombre perfecto. Esta mujer no sólo tendría las capacidades y competencias para hacer todo lo descrito anteriormente, sino que además tendría una vida laboral donde desempeñaría su trabajo de forma magistral en las nueve o diez horas que pasaría en él diariamente.
Si esto fuera así, la mujer actual dejaría de ser Ceninicienta (por mucho coach que pueda tener) para pasar a ser Superwoman, una mujer que puede con todo, que hace las cosas rápido y bien, y además tiene tiempo para estar con sus amigos y compañero sentimental. ¿Es en esto en lo que se ha convertido la mujer actual, en una supermujer?
Es posible que algunas mujeres de nuestra sociedad se hayan convertido inconscientemente en supermujeres, sin embargo hay que tener presente que los superhéroes también son imperfectos. Por ejemplo, Superman es sensible a la kriptonita, un fragmento de roca de su planeta natal que lo deja totalmente indefenso mientras está expuesto a su radiación; y Batman o Spiderman son tan humanos como nosotros, por lo que tienen las mismas debilidades y flaquezas que cualquier humano, por mucho traje antimisiles que se ponga o detector arácnido que tenga.
Pero lo más curioso de todo es que estos superhéroes no tienen una vida completa, es decir, no tienen familia, ni niños con los que lidiar al llegar a casa. Cada vez que alguno de ellos comienza un romance, es muy posible que termine en fracaso. Cuando alguno de ellos intenta casarse, la boda termina arruinada por alguno de los supervillanos. Siempre están a un tris de conseguir su plenitud, pero apenas pueden rozarla con la punta de los dedos, quedándose en algo más platónico que otra cosa.
Así, es posible que algunas supermujeres de nuestros días también se encuentren con estas dificultades que tienen los superhérores a la hora de realizarse como personas. Esto puede producir una gran frustración si la mujer ve que no es capaz de conseguir aquello que se ha propuesto en el tiempo estimado. Es la propia mujer la que, para su desgracia, se ha auto-impuesto esa imagen de perfección, de poder llevarlo todo a cabo en el tiempo que estamos en este planeta.
La buena noticia es que tanto el hombre como la mujer somos imperfectos, que ambos buscamos esa imperfección perfecta para mitigar nuestros defectos y sentirnos completos tanto como personas como profesionales. Ahora sólo queda saber qué es lo que impide que nos quitemos la capa y nos volvamos humanos, igual que hizo Superman en una ocasión.
Cenicienta tiene coach
viernes, 30 enero, 2009
Decir que Cenicienta tiene coach puede parecer una afirmación un tanto estrambótica, pero no está carente de sentido.
La historia de esta joven tiene dos puntos de inflexión importantes. El primero ocurre durante su niñez, en el momento en el que su padre se casa con una viuda a los pocos meses de morir su madre. A partir de este momento la vida de la pequeña cambia por completo. De disfrutar de los lujos que le podía proporciona el ser hija de un rico comerciante, a sufrir las humillaciones de las nuevas inquilinas y realizar los trabajos más sucios de la casa. Tal es el punto al que llegan estas humillaciones que la joven pierde el privilegio de dormir sobre su cama para hacerlo sobre las cenizas al lado de los fogones, y de aquí que la llamaran Cenicienta los hermanos Grimm.
El segundo punto de inflexión ocurre durante su adolescencia, en el momento en el que el rey invita a todas las jóvenes solteras del reino a una fiesta para que su hijo pueda escoger esposa. Es en este momento cuando Cenicienta identifica claramente su objetivo y se motiva para realizar los cambios que la permitirán conseguir su objetivo: ir al baile y conocer al príncipe.
Lo que hasta el momento eran dificultades ahora se convierten en retos. De esta forma es capaz de seleccionar las lentejas de entre las cenizas tal y como le pidió su madrastra en un intento por evitar que fuera al baile. Desafortunadamente es obligada a quedarse en casa. Según los hermanos Grimm esto la lleva a llorar sobre la tumba de su madre donde aparece de nuevo el pájaro blanco, aunque el argumento de Perrault hace que la joven acuda donde su tía.
Se podría decir por tanto que el pájaro blanco y la tía son el coach de Cenicienta. En ambos casos sacan a relucir lo mejor de la joven, elevan su autoestima con trajes, zapatos y carruajes y hacen que sus habilidades sociales, adormiladas hasta el momento, vuelvan a aparecer para poder hablar y bailar con el príncipe durante la fiesta.
Cenicienta tenía todo lo necesario dentro de ella, su coach sólo hizo que floreciera en el momento en el que ella estuvo motivada para el cambio. Y tal fue el cambio que se produjo que sus hermanas no fueron capaces de reconocerla. Incluso su propio padre duda de que sea su hija cuando es preguntado por el príncipe.
Así que se puede decir que de una u otra forma, la imagen del coach, de esa persona que te acompaña en tu camino y que es capaz de sacar lo mejor de la persona siempre ha estado presente en la literatura, incluso en los cuentos de hadas. Y ahora ¿qué te impide ser una Cenicienta más?