Artículos etiquetados ‘definicion coaching’
La farola
jueves, 5 marzo, 2009
La farola no es mas que una metáfora para ayudar a aquellas personas que no saben si deberían realizar un proceso de coaching a identificar aquellas ocasiones en las que les puede venir bien la compañía de un coach.
Imaginemos que estamos paseando por una calle con poca luz en mitad de la noche. Cada 50 metros nos encontramos con una farola que alumbra unos pocos metros a su alrededor, y entre ellas la oscuridad acecha sin dejarnos ver lo que hay a pocos metros de nosotros.
Ahora imaginemos que se nos caen las llaves de nuestra casa, o de nuestro coche, justo debajo de la luz de una de estas farolas. Es muy probable que para buscar las llaves no necesitemos a nadie, ya que somos capaces de ver las llaves, agacharnos y recogerlas.
Sin embargo, si las llaves se nos caen en la zona donde no hay luz, es muy probable que necesitemos la ayuda de alguien. En especial si no somos capaces de ver más allá de nuestras propias narices.
Estos dos casos ilustran de alguna manera cuándo necesitamos que un coach nos acompañe para alcanzar nuestros objetivos. En el primer caso está claro que la persona es capaz de ver su objetivo, sabe qué tiene que hacer y cómo debe hacerlo, ya que lo está viendo bajo la luz, por la tanto no necesitaría la ayuda de un coach.
En el segundo caso, donde las llaves se encuentran en la zona oscura, es decir, no vemos claramente nuestro objetivo, es donde podemos necesitar la ayuda de una persona que nos ilumine el camino, que nos vaya proporcionando esa luz para que podamos ver lo que tenemos cerca de nosotros. Este acompañamiento, esta luz, nos puede ser de gran utilidad si existe algún bloqueo que nos impida entrar en la zona más oscura de la calle. Es en estos momentos cuando la compañía de un coach puede resultar de gran ayuda, ya que este nos puede iluminar nuestro camino permitiendo así que nos vayamos adentrando más y más en esa zona oscura y desconocida y encontremos nuestro objetivo.
Así que si tus llaves se encuentran en la zona oscura y necesitas que alguien te acompañe y vaya iluminando tu camino, es momento de contactar con un coach.
La metáfora del viento
martes, 30 septiembre, 2008
Después de practicar este verano kite-surf (ver Cómo motivar) me he dado cuenta de que una playa es como la cultura de un país. Cada playa es diferente a la que está un poco más allá, y por muy cerca que esté la una de la otra, tienen corrientes, vientos y hasta arena diferente. Lo mismo ocurre con los países, podemos tener la misma lengua, pero la entonación, los acentos, e incluso algunas palabras significan cosas diferentes.
Al entrar en la playa nos podemos encontrar con decenas de cometas rasgando los cielos, al igual que al entrar en una cultura nos encontramos con miles de personas caminando por las calles de sus ciudades. Las personas entonces se convierten en cometas. Algunas las veremos en el suelo, bien porque acaban de entrar en esa cultura, o bien porque acaban de estrellarse. Otras estarán en lo más alto, en una zona neutral, en su zona de comodidad mirando a derecha e izquierda pero sin hacer nada. Y las restantes habrán encontrado esa racha de viento que las lleva de un sitio a otro con una fuerza tal que es capaz de levantar por los aires a un adulto y hacer que tenga tiempo para hacer alguna pirueta antes de volver a tocar las olas.
¿Y cuál es el papel del coach? El coach es la persona que va sobre la tabla, el deportista que mueve las líneas para que la cometa se mueva. Pero cuidado, las líneas son las preguntas. El coach no dirige a su cliente, no lo manipula (o no debería), sino que hace que sus preguntas lo muevan hacia el viento para que la cometa tome altura o atrape ese chorro de aire que lo arrastrará sobre las olas con una fuerza tremenda.
El objetivo del coach puede ser diferente en función del momento en el que coja la cometa. Así, si la cometa está en el suelo, su función será la de elevarla poco a poco. Su objetivo será el de aumentar la autoestima de su cliente, porque la razón de la cometa no es otra que volar ¡y puede! Poco a poco irá alzándose sobre la tierra hasta llegar a lo más alto. Esa altura a la que toda cometa puede llegar y donde ésta se siente orgullosa de ser lo que es.
Una vez en lo más alto, la función del coach cambia. El coach comienza a sacar a la cometa de su zona neutral, de su zona de comodidad, moviendo las líneas de un lado a otro, haciendo preguntas. El coach comienza a notar qué preguntas tienen una respuesta mejor, dónde se aprovecha mejor la fuerza del viento. El coach tiene que estar pendiente de esas respuestas. Y una vez encontradas las respuestas con mayor energía intentará mantener a la cometa en esa zona a través de sus preguntas, para así comenzar a desplazarse del lugar en el que se encuentran a otro diferente.
Por último, mientras se desplazan por las olas, el coach deberá intentar que la cometa siga con ese impulso sin salirse de la racha de viento y dejándose llevar por el cliente, pero sin olvidarnos que son las preguntas que él hace las que consiguen que el cliente se mantenga dentro de esa corriente de aire. Y como observamos, el coach acompaña en todo momento a su cliente en el proceso.
Definición de coaching
miércoles, 13 agosto, 2008
Una vez conocemos el «Origen del término Coach«, podemos definir el coaching como una asociación profesional que refuerza el logro de resultados extraordinarios basados en los objetivos fijados por el individuo, equipo u organización, proporcionando un espacio seguro, confidencial, energético y creativo para ahondar en el aprendizaje, acelerar la acción y mejorar el rendimiento.
Sin embargo, y si lo que se busca son definiciones de organismos oficiales, la International Coach Federation (ICF) define el coaching como la colaboración con clientes en un proceso creativo y generador de ideas que les ayuda a maximizar su potencial personal y profesional.
Por su parte la Asociación Española de Coaching (ASESCO) lo define como el arte de trabajar con los demás para que ellos obtengan resultados fuera de lo común en todo aquello que deseen y mejoren su actuación. Es una actividad que genera nuevas posibilidades para la acción y permite resultados extraordinarios en el desempeño.
En términos generales se puede decir que el coaching es:
- Un proceso confidencial donde todo queda entre el coach y el cliente
- Trabajar con personas de éxito para moverlos a niveles excepcionales, o ayudarlos a tener un crecimiento rápido, aunque también puede ser utilizado para sobrellevar problemas
- Una técnica probada para sacar lo mejor del rendimiento de las personas
- Un proceso de crecimiento continuo del cliente en conciencia y responsabilidad
- Un proceso orientado a la acción y focalizado en el logro
- La creencia de que el cliente tiene las respuestas pero muchas veces no puede verlas
- Una metodología basada en mirar hacia delante que construye sobre las habilidades del cliente y asiste al cliente a moverse entre temas
- Una relación en el tiempo (a menudo corta, a medio plazo)
- Más que un consultor que juega un papel de experto con el cliente para aportar metodología y conocimiento a una situación particular
Aún así, me gustaría dejar claro que el coaching NO ES:
- Una terapia donde se trata con personas que necesitan ayuda para estar emocionalmente sanos
- Dar consejo o servir como consultorio
- Un proceso pasivo o de validación
- Parte de un proceso de retroalimentación, clasificación, etc.
- No está dirigido por la gerencia de una empresa
- y sobre todo, NO ES acerca del coach
Las herramientas del Coach incluyen el diálogo creativo, la retroalimentación honesta y el interrogatorio intuitivo, lo cual da como resultado adicional unos empleados y grupos que han interiorizado nuevas habilidades y son ahora independientes.
Coaching, influencias de la filosofía y la psicología
sábado, 9 agosto, 2008
Ahora ya sabemos la función de un coach, pero ¿qué método se utiliza en un proceso de coaching?, ¿qué aporta la psicología, qué conceptos utiliza, qué otras influencias ha recibido? ¿Y si saciamos nuestra curiosidad?
Las aportaciones desde la filosofía al coaching han sido importantes a lo largo de la historia. Así, la “pregunta correcta” de Sócrates; el “diálogo” de Platón, y “lo que somos y podemos llegar a ser” de Aristóteles son parte fundamental de la metodología del coaching.
Las aportaciones desde la psicología también han sido importantes. De esta forma la Psicología Gestáltica se centra en el aquí y ahora, y desde aquí al futuro. La Psicología Cognitiva afirma a través de su fundador (Jean Piaget) que las personas construimos el conocimiento de forma activa, son sistemas de creencias robustas a partir de nuestras experiencias con el mundo. Por su parte, la Psicología Conductista muestra que toda conducta que se repite es mantenida por las consecuencias positivas.
Pero es a mediados de los años ochenta del siglo pasado, cuando la Psicología Humanista (que fusiona la Filosofía Existencialista y el Método Fenomenológico) comienza a devaluarse debido principalmente a la dura crítica de la Psicología Académica, que el coaching comienza a difundirse tal y como lo conocemos hoy en día.
Puede decirse que el coaching habla el mismo lenguaje que la Psicología Humanista con conceptos como: conciencia, libertad, voluntad y liberación del potencial. Sin embargo, ha desarrollado métodos y prácticas propias basadas en la influencia de la filosofía y la psicología indicadas más arriba.
Origen del término “Coach”
viernes, 8 agosto, 2008
Cada día es más frecuente oír la palabra “coaching” en alguna de nuestras conversaciones diarias. Hoy en día no es raro oír que alguien está en un proceso de “coaching”, o que su empresa le ha puesto un “coach”, pero ¿alguien sabe lo que es un “coach”?
Más de un lector habrá saltado de su asiento y habrá gritado (espero que para sus adentros si está en un lugar público): “¡Un entrenador!”. Cierto, el término “coach” es utilizado en la cultura anglosajona para referirse al entrenador de un equipo. De hecho el término coaching fue utilizado por primera vez en el área deportiva para optimizar el rendimiento de los atletas en las competiciones.
Sin embargo, si alguien ha gritado: “¡Un autocar!”, que no se sonroje. Aunque pueda parecerles mentira a los primeros, esta palabra también se utiliza para referirse a un autocar en los países anglosajones. Es más, son estos últimos los que se encuentran más cerca al origen del término que los primeros. ¿Cómo es eso posible? – se preguntará más de uno ¿Y si saciamos nuestra curiosidad?
Durante los siglos XV y XVI, la ciudad húngara de Kocs se convirtió en parada obligatoria para todos los viajeros que hacían el trayecto entre Viena y Budapest. Fue en esta ciudad donde comenzó a utilizarse un carruaje con un sistema de suspensión que hacía mucho más cómodo el viaje. Empezó así a hablarse del “kocsi szekér” o “carruaje de Kocs”, símbolo de la excelencia en aquella época.
El término kocsi pasó al alemán como kutsche, al italiano como cocchio, al inglés como coach y al español como coche, siendo a mediados del s XVI cuando se escucha por primera vez el término en nuestro país gracias a una declaración de Luis de Ávila (Guerra de Alemania – 1548): “Se puso a dormir en un carro cubierto, al que en Hungría llaman coche”. Años más tarde aparecerá el término coche integrado en el léxico español en una obra de Fonseca (1569), según atestigua el Diccionario de Autoridades (1729, s.v.).
De igual manera, la función de un coach es la de transportar a las personas del lugar en el que se encuentran actualmente a otro donde quieren llegar. Y al igual que en el coche, es el conductor el responsable del rumbo, así como de las decisiones y consecuencias que se tomen durante el mismo. El coche en sí no es más que una ayuda, una herramienta que nos permite llegar antes a nuestro destino.
En este sentido la International Coach Federation (ICF), define al coach profesional como la persona que ofrece una colaboración permanente que ayuda a los clientes a obtener buenos resultados en sus vidas personales y profesionales, así como a mejorar su rendimiento y su calidad de vida.
Para la Federación, el coach está preparado para escuchar, observar y personalizar su enfoque en función de las necesidades del cliente, intentando obtener de este las soluciones y estrategias necesarias, ya que, por naturaleza, el cliente es creativo y cuenta con recursos. Por tanto, el trabajo el coach consiste en prestar su apoyo para mejorar las capacidades, los recursos y la creatividad que ya tiene el cliente.