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Definir objetivos
lunes, 19 enero, 2009
Definir objetivos es algo que todas las personas saben hacer. Ante la pregunta «¿qué es lo que quieres?» las personas aludidas responden: «quiero tener más dinero«, «quiero tener pareja«, «quiero aprobar los exámenes«, etc.
Los objetivos suelen establecerse con relación a un estado, o a un estado problemático que la persona está viviendo en la actualidad (ya se vio en «Propósitos de año nuevo» que la «Rueda de la Vida» era una buena herramienta para identificar las áreas que cada persona quiere desarrollar para sentirse más feliz en su vida). A continuación veremos algunos de los métodos más comunes para definir objetivos.
Uno de los métodos para fijar objetivos suele ser la afirmación negativa: «Quiero dejar de tener miedo a…«. Esta estrategia es como la paradoja «Durante los próximos 30 segundos no pienses en un elefante azul«, es decir, orienta a la persona hacia el estado problemático.
Un segundo método consiste en definir el objetivo como lo opuesto al estado problemático: «Quiero sentir seguridad en mi mismo…«. Esta estrategia ayuda a la persona, pero al comparar con el estado problemático fija una referencia constante.
Un tercer método implica la utilización de modelos de referencia: «Quiero hablar como lo haría…«. Si bien esta estrategia proporciona una referencia concreta con la que poder comparar, puede fijar objetivos que no estén al alcance de la mano.
Una cuarta estrategia consiste en utilizar características clave que definan el estado deseado: «Quiero ser un maestro en cualidades como…«. Este método aporta mayor claridad a la comprensión de lo que se necesita, pero no garantiza que la persona implicada pueda realizar aquello que sabe que es necesario.
La quinta estrategia implica el establecimiento de un resultado «generativo». Los resultados generativos son afirmaciones sobre aquello de lo que uno «quiere más»: «Quiero ser más equilibrado y creativo«. Un punto importante de este método es que la persona ya posee al menos una de estas cualidades deseadas, y el resultado se ve como una simple cuestión de tener más de lo que ya se posee.
La sexta estrategia consiste en actuar «como si» ya se hubiese alcanzado el estado deseado: «Si ya hubiese alcanzado el estado que deseo…«. La persona se desplaza en el tiempo al estado deseado, imaginando cómo sería la situación de haberlo conseguido ya.
Estas estrategias de fijación de objetivos tienen sus ventajas, aunque lo más efectivo es utilizarlas todas como parte del proceso de definición de objetivos.
Una de las habilidades más importantes del coach no es sólo la de ayudar a definir los objetivos, sino a que estos esten bien formados, haciendo que sean realistas, motivadores y alcanzables para que la persona los pueda alcanzar en el tiempo estipulado.