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Ironman
miércoles, 3 diciembre, 2008
El Ironman es la prueba más exigente del Triatlón, el cual combina tres disciplinas que se realizan seguidas: la natación (3.800 metros), el ciclismo (180 km) y el maratón (42.2 km). La carrera tiene un tiempo límite de 17 horas, siendo el tiempo promedio para finalizar la prueba de 12 horas. El récord actual lo ostenta desde 1996 el belga Luc Van Lierde con un tiempo total de 8:04:08.
Para la gente que practica este deporte el Ironman representa un estilo de vida, no sólo porque tiene que tener ganas de entrenar tres disciplinas diferentes todos los días durante siete meses, sino porque es un reto personal constante, saber si vas a aguantar 12 horas para cumplir un sueño que te aporta una mezcla de energía y pasión por el deporte y donde la meta es acabar.
Este deporte genera inseguridad, estrés y muchas dudas, ya que el atleta nunca sabe lo que queda para estar en plenas condiciones. De hecho, durante los siete meses previos a la prueba, el atleta pensará en más de una ocasión en dejarlo todo, pero esta idea desaparece de su mente cuando es capaz de montar 190 km en bici y luego correr otros 30 km, o cuando nada 3.000 metros. Esto levanta la moral de los atletas, que se van viendo capaces de terminar la prueba debido a la mejora de sus capacidades, y así sustituyen sus pensamientos negativos por el pensamiento positivo que es la satisfacción de terminar.
Durante las pruebas que realizan antes del gran evento pueden darse casos en los que una molestia estomacal o un percance mecánico en la bicicleta no permitan que el atleta termine, dándose una desagradable sensación de derrota, en especial en aquellas personas que no son profesionales y que dedican mucho tiempo a entrenar.
Por ello, una prueba de estas características requiere de una fortaleza física asombrosa, pero también de una fortaleza mental fuera de lo común, ya que durante la prueba uno puede experimentar sensaciones raras,aunque no vaya del todo mal, o inseguridades que pueden hacer que el atleta tire la toalla.
El coaching deportivo tiene por objeto fortalecer la mente de estos atletas de élite a través del entendiemiento del entorno de la prueba, la identificación de sus capacidades para realizar la prueba, de aquellas creencias que pueden impedir el entrenamiento o el fracaso el día del evento, de los valores que le mueven a participar en la prueba, y la revisión de su identidad como deportista de élite.