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Las nuevas tecnologías en el medio rural
lunes, 11 agosto, 2008
Publicado en Agrovia (febrero de 2004)
Las nuevas tecnologías pueden permitir el desarrollo de las zonas rurales, fomentar los ingresos de las empresas establecidas en ese entorno y evitar la despoblación en el mejor de los casos, pero son las grandes compañías las que parecen decidir el desarrollo rural en base a sus propios criterios económicos.
El teléfono está considerado como un servicio universal, pero ciento diez años después de que Alexander Graham Bell solicitara en Estados Unidos una patente para un teléfono electromagnético (14 de febrero de 1.876), había en España más de 200.000 familias que no tenían acceso a una línea telefónica por estar en zonas remotas.
El desarrollo de las líneas de Telefonía Rural de Acceso Celular (TRAC), que funcionaban con frecuencias de 900 MHz, permitió dotar a estas familias con un sistema de transmisión de voz a principios de los años noventa del pasado siglo.
La aparición de la telefonía móvil GSM durante la última década del siglo pasado, y la liberalización de las comunicaciones, permitió un desarrollo espectacular de la telefonía móvil y del número de líneas telefónicas en las familias. Hoy en día, y aunque a finales de 2.003 había 1.691.781 viviendas en España que no contaban con un teléfono fijo, sólo 444.560 no tenían ningún tipo de teléfono (fijo o móvil), lo que supone el 3% (3.12%) de las viviendas totales.
Algo parecido está pasando con el acceso a Internet. Cuarenta años después de que J.C.R. Licklider, del Massachussets Institute of Technology (MIT), escribiera (agosto de 1.962) una serie de memorandos acerca de las interacciones sociales que podrían ser propiciadas a través del trabajo en red (networking), todavía había en España más de 250.000 abonados sin posibilidad de acceder a Internet. La aprobación de la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSI) en 2.002 estableció un plan de actuación para garantizar que las conexiones a la red telefónica pública fija posibilitaran a sus abonados el acceso funcional a Internet y, en particular, a los conectados mediante Telefonía Rural de Acceso Celular (TRAC).
El objetivo del operador dominante de telefonía, y en general de cualquier empresa, es el de aumentar sus beneficios a través de mayores ingresos y menores pérdidas, por lo que es fácil comprender por qué apuesta por una solución multitecnológica que atienda a criterios económicos y a la consideración de su mejor adecuación según la zona geográfica a ejecutar la citada migración de las TRAC. Aunque todavía hay más de 60.000 abonados sin acceso a Internet, a finales de este año 2.004 todas las líneas TRAC tienen que haber sido sustituidas por tecnologías alternativas como la telefonía móvil GSM y GPRS, la telefonía local vía radio (LMDS), el acceso por satélite o el propio par de cobre, para que todos los abonados a una línea telefónica tengan acceso a Internet.
En base a lo expuesto hasta el momento es lógico pensar que no todas las zonas rurales van a tener la misma conexión a Internet, es decir, que no todos van a tener la posibilidad de solicitar una línea ADSL y se tendrán que conformar con el acceso a través de un módem de 56 kbps.
Desde el gobierno no se puede presionar a las empresas para que ofrezcan mejores accesos a sus abonados si éstas no ven que la inversión en infraestructura va a producir beneficios en un plazo de tiempo razonable. Por ello algunas de las respuestas que suelen dar a sus abonados pasa desde la típica “imposibilidad técnica” hasta el “no está disponible en la zona”.
Es en este momento cuando los ayuntamientos deben tomar cartas en el asunto. Son ellos los que tienen que entender que las tecnologías que permiten accesos más rápidos a Internet pueden proporcionar una ventaja competitiva a las empresas ya establecidas, permitir la creación de nuevos negocios que no tenían cabida sin un acceso permanente a Internet e incluso evitar la despoblación de ciertas localidades.
Los accesos de calidad permitirán a las empresas ubicadas en un entorno rural poder buscar información, utilizar servicios bancarios o financieros, conseguir impresos o formularios, e incluso recibir solicitudes de compra de otras empresas situadas a muchos kilómetros de allí. De esta manera las empresas podrán ser más eficientes, reducir costes y aumentar sus beneficios a través de ventas que antes no tenían.
Un buen acceso a Internet también puede permitir la creación de nuevas empresas que no podrían existir de otra forma, como las empresas que se dedican a vender productos típicos de a zona a través de su página web o empresas de turismo activo que permiten la reserva de actividades desde su página.
De igual manera, los hoteles y casas rurales pueden aumentar su oferta de servicios, ya que al tener un acceso más rápido las 24 horas del día les permite ofrecer servicios de comunicación a sus huéspedes, al tiempo que pueden aumentar el número de reservas al trabajar con portales que ofrecen servicios de gestión de reservas en línea o gracias a los clientes de las empresas de turismo activo recién creadas en alguna localidad vecina.
Las nuevas tecnologías también pueden ser un gancho para repoblar ciertas zonas rurales. La repoblación puede venir dada por la inmigración de trabajadores que necesitan una casa; por la creación de nuevos alojamientos turísticos para dar cabida al incremento de turistas; o por el aumento de urbanitas que buscaban la posibilidad de seguir trabajando desde casa pero desde un entorno menos agresivo.
El 92% (92.31%) de los alojamientos encuestados (hoteles, casas rurales, etc.) consideraban que la línea ADSL supondría una ventaja para su negocio. Mientras que la rapidez (45.95%), la posibilidad de realizar reservas en línea (27.03%) y el poder ofrecer servicios adicionales de comunicación a sus huéspedes (16.22%) eran algunas de las ventajas que dicha línea les podía ofrecer.
Los ayuntamientos tendrían que ser los más interesados en no perder población y que los negocios locales aumenten sus beneficios, al tiempo que son los que más fuerza tienen a nivel local para llegar a acuerdos con las nuevas operadoras de telefonía.
Dentro de las alternativas a tener en cuenta están las líneas LMDS, de las que el operador dominante no tiene licencia para instalar. Mejoran la rapidez de los accesos y es posible que algunos operadores estén interesados en cubrir una zona determinada.
También cabe la posibilidad del acceso a Internet vía satélite con comunicación bidireccional. Esta tecnología ofrece velocidades entre 256 kbps y 2 Mbps, pero cuenta con un inconveniente que puede ser el precio. Sin embargo es posible que una empresa con licencia para esta tecnología pueda llegar a algún acuerdo con un Ayuntamiento.
También existe a posibilidad de instalar una red inalámbrica, con unos pocos puntos de acceso con antenas y repetidores que permitan llegar hasta la zona más cercana que cuente con acceso ADSL. Esto es viable si la separación a la zona cableada más cercana no supera los 150 metros. Es una posibilidad económicamente razonable, si bien requiere que alguien especializado estudie la viabilidad y lleve a cabo la instalación, pero puede ser muy interesante para pequeñas localidades donde las casas no están muy separadas del Ayuntamiento.
Hay que pensar en los beneficios que Internet puede prestar tanto a la sociedad en general como a los negocios en particular, ya que un buen equilibrio entre ambos es lo que hace que las sociedades avancen y las empresas no se queden a la cola como si se encontraran en un país tercermundista.